La medicina regenerativa implica reparar los estados de enfermedad subyacentes en lugar de solo tratar los síntomas. También incluye la “fabricación” de nuevos tejidos y órganos para reparar o reemplazar aquellos tejidos u órganos que no funcionan al 100% debido a la edad, enfermedad, daño o condición congénita. Este campo tiene la promesa de regenerar tejidos dañados usando “terapias celulares”.
La esperanza en la medicina regenerativa es que los médicos y científicos puedan cultivar tejidos y órganos completos en el laboratorio e implantarlos de manera segura cuando el cuerpo no pueda curarse a sí mismo. Esto aborda la enorme necesidad clínica que no puede satisfacerse mediante trasplantes, porque la disponibilidad de órganos de donantes satisface solo una fracción diminuta de la necesidad.