Un artículo del New England Journal of Medicine destaca el obicetrapib, un nuevo fármaco para reducir el colesterol en pacientes con alto riesgo cardíaco.

La Dra. Christie Ballantyne contribuye a un estudio global que demuestra el potencial del fármaco.

Un estudio internacional recientemente publicado, “Seguridad y eficacia de obicetrapib en pacientes con alto riesgo cardiovascular”, coautorado por Dra. Christie Ballantyne, profesor de medicina y jefe de investigación cardiovascular en el Baylor College of Medicine y cardiólogo del Texas Heart Institute en el Baylor College of Medicine, destaca el potencial de obicetrapib, un inhibidor selectivo de la proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP), como un poderoso complemento a la terapia actual de reducción de lípidos en pacientes cardiovasculares de alto riesgo.

En el estudio BROADWAY, ensayos clínicos con 2,530 pacientes en cuatro continentes, se evaluó la eficacia y seguridad de 10 mg diarios de obicetrapib en personas con enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA) establecida o hipercolesterolemia familiar heterocigótica. Todos los participantes ya recibían la dosis máxima tolerada para reducir los lípidos, que incluía estatinas, ezetimiba y, en algunos casos, inhibidores de la PCSK9.

A los 84 días, los pacientes que recibieron obicetrapib experimentaron una reducción media de mínimos cuadrados del colesterol LDL del 29.9%, en comparación con un aumento del 2.7 % en el grupo placebo. La diferencia intergrupal fue de -32.6 puntos porcentuales (p < 0.001). Además de reducir el c-LDL, obicetrapib también redujo los niveles de colesterol no HDL, apolipoproteína B y lipoproteína(a), a la vez que aumentó significativamente el colesterol HDL y la apolipoproteína A1.

Es importante destacar que el perfil de seguridad de obicetrapib fue comparable al placebo, sin un aumento significativo en eventos adversos, anomalías de las enzimas hepáticas, síntomas musculares o deterioro glucémico.

“El obicetrapib ofrece una nueva herramienta prometedora para ayudar a los pacientes que mantienen niveles por encima del objetivo a pesar de la terapia intensiva”, afirmó el Dr. Ballantyne. “Es un fármaco oral de administración diaria que mostró una reducción constante del LDL en diversas poblaciones de pacientes y mantuvo una señal de seguridad favorable durante todo el período del estudio”.

Los inhibidores de la CETP han tenido una historia controvertida, con agentes previos como torcetrapib y evacetrapib fracasando debido a efectos no deseados o falta de beneficios en los resultados. Sin embargo, la alta selectividad y la estructura hidrofílica del obicetrapib parecen mitigar muchas de estas preocupaciones históricas. Actualmente se está llevando a cabo un amplio ensayo de resultados cardiovasculares (NCT05202509) para determinar si los cambios lipídicos observados con obicetrapib se traducirán en una reducción de eventos cardiovasculares.

El estudio, financiado por NewAmsterdam Pharma, fue publicado en The New England Journal of Medicine de mayo 7, 2025.

Como parte de su misión de promover la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, el Texas Heart Institute del Baylor College of Medicine continúa apoyando los esfuerzos de investigación traslacional que dan vida a la salud cardiovascular.